Introducción
La
evaluación de la aptitud económica del contratista se realiza para
determinar si éste tiene la solvencia y capacidad financiera necesaria para
ejecutar el contrato. Las dificultades financieras del contratista pueden
interrumpir sus calendarios de producción, ocasionarle ineficiencias en el uso de
los recursos o, simplemente, no poder llevar a cabo la ejecución del contrato. Estas circunstancias también
pueden producir pérdidas monetarias para la Administración, por los
pagos a cuenta ya realizados al contratista, si a éste le sobreviene la
quiebra aunque se acreedor preferente, y de tiempo, por la apertura de un nuevo contrato para concluir el
inacabado por el contratista incapaz.
La eficacia de la evaluación de la solvencia financera
El
auditor de contratos[1]
realizará la evaluación de la solvencia económica y financiera cuando sea requerido por el órgano de contratación, o
solicite su asistencia, debido a las condiciones y criterios que éste haya
establecido en el pliego de cláusulas administrativas particulares (PCAP). Sin embargo, en todas las asignaciones de auditoría,
los auditores de contratos deben estar atentos a las circunstancias que pueden
indicar condiciones económicas desfavorables o adversas u otras situaciones que
podrían impedir la capacidad del contratista para llevar a cabo la ejecución de
los contratos.
La
detección temprana de situaciones de riesgo o debilidades financieras de los
contratistas, permite al órgano de contratación máxima flexibilidad para:
(1)
prevenir pérdidas de productos y servicios críticos;
(2)
incrementar o disminuir los pagos a cuenta;
(3)
proteger los activos de la Administración Pública;
(4)
aumentar o disminuir el volumen de la carga de trabajo del contratista;
(5)
alertar al contratista de los riesgos financieros en que se encuentra, y para
que tome las medidas extraordinarias pertinentes;
(6) sugerirle buscar fuentes alternativas de financiación, y
(7)
evitar la pérdida financiera a la Administración.
La
detección temprana de contratistas con dificultades financieras les permite el
mayor margen de maniobra para considerar las acciones extraordinarias de
gestión que deba adoptar, tales como:
(1)
liquidación y venta los activos, reduciendo el exceso de planta y equipo, y
obteniendo liquidez;
(2)
solicitar nuevos préstamos, la ampliación de líneas de crédito o de
reestructuración de la deuda;
(3)
reducir o retrasar los pagos de dividendo a los accionistas;
(4)
aumentar los fondos propios mediante ampliaciones de capital;
(5)
eliminar líneas de productos no rentables;
(6)
eliminar o subarrendar equipos y espacio ocioso, y
(7)
reorganizar y/o reducir la fuerza de trabajo.
En
la evaluación de la capacidad financiera del contratista se hace hincapié en
la condición de riesgo financiero actual y en las tendencias de los flujos de
efectivo a corto plazo, así como la capacidad de obtener fondos al margen del
curso normal de las operaciones. Si bien la evaluación de los datos financieros
históricos puede indicar condiciones económicas desfavorables o adversas, el
enfoque del análisis debe orientarse hacia la capacidad del contratista para
obtener y mantener los flujos de efectivo futuros que le permitan cumplir con
el objeto del contrato.
El
órgano de contratación, como ya se ha dicho en la entrada nº 40 de este blog, debe señalar en el anuncio de la
licitación y especificar en el PCAP los procedimientos de análisis financiero
que deberán utilizarse para evaluar la capacidad financiera del contratista,
por ejemplo a través del análisis del flujo de caja y el análisis de los ratios que
considere significativos, así como los criterios para la selección o expulsión del procedimiento de adjudicación. El
resultado de dicha evaluación será la que acredite la solvencia económica y
financiera del contratista y será un servicio que proporcionará el auditor de
contratos a la mesa de contratación. Asimismo, el órgano de contratación
determinará el calendario de seguimiento, posterior a la adjudicación, que deba
realizarse sobre la capacidad financiera del contratista. Dicho seguimiento se
puede realizar al tiempo de las asignaciones de auditorías de sistemas y procedimientos.
El
auditor de contratos tiene la responsabilidad de proveer todos los servicios de
asesoramiento financiero necesarios al órgano de contratación. La evaluación de
la capacidad financiera se llevará a cabo en respuesta a una petición
específica del órgano de contratación, como por ejemplo la evolución para la
acreditación de la capacidad financiera del contratista para ser seleccionado y
admitido en al proceso de licitación del contrato. Los auditores deben
coordinar con el órgano de contratación los elementos de análisis financiero
(flujo de caja y ratios) que deban utilizarse en consecuencia. Los auditores
deben asegurarse que el órgano de contratación ha requerido al contratista
la información y documentación apropiada para la realización del análisis
financiero, y no sólo documentación e información histórica sino también
previsiones y estados financieros a corto y largo plazo.
El
análisis de la capacidad financiera en grupos de empresas, que presentan cuentas
consolidadas, se debe realizar en la matriz del grupo, en lugar de en cada
subsidiaria individual que concurre y/o ejecuta el contrato, a menos que el
auditor de contratos no tenga acceso a la sociedad dominante. En estos casos,
la capacidad financiera se llevará a cabo mediante la evaluación solo de la
filial. Cuando el auditor de contratos realiza la evaluación en la empresa
matriz, y ésta no hace un barrido de efectivo «cash sweep» de sus filiales y garantiza la gestión autónoma de éstas,
entonces el análisis debe realizarse solo sobre la filial.
Muchas
de las grandes empresas tienen departamentos financieros que realizan
evaluaciones continuas de las condiciones financieras. En la realización del
análisis de la capacidad financiera requerida para acreditar la solvencia en
las licitaciones, los auditores deben comprender plenamente el trabajo
realizado por estos departamentos en su evaluación de las condiciones
financieras. El alcance de estos análisis debe tener en
cuenta el grado de confianza que se puede depositar en el trabajo de otros,
incluyendo el trabajo realizado por estos departamentos financieros de la empresa contratista.
Un
programa de examen de la capacidad financiera del contratista debe contener los
pasos detallados de evaluación de riesgos que el auditor debe completar para
determinar si hay una necesidad para la realización de un análisis financiero en
profundidad. La base para la decisión de no llevar a cabo un examen de la
capacidad financiera debe estar completamente documentada y deliberada con el
órgano de contratación.
La
evaluación del riesgo financiero del contratista tiene por finalidad la de
poder confiar en las hipótesis de base que apoyan el pronóstico de los flujos de caja libres (FCL,s) a corto
plazo, y la capacidad financiera a largo plazo, mediante la obtención de una
comprensión extensa de su estructura de control interno y de las operaciones
conexas en materia de planificación y seguimiento, incluyendo su plan de
gestión de tesorería, y la realización de:
(1)
un análisis de los hechos relevantes que podrían afectar la capacidad
financiera del contratista;
(2)
un análisis de tendencias de las principales masas patrimoniales del balance del
contratista, en particular sus cuentas a pagar, cuentas a cobrar y existencias
en almacén;
(3)
un análisis de las tendencias de los principales elementos de la cuenta de
resultados del contratista (es decir, ingresos, gastos, margen bruto, etc);
(4)
Un análisis del flujo de caja de los últimos tres años y el previsto en el
corto y largo plazo (al menos que abarque el periodo de ejecución del
contrato), que es el verdadero indicador de la salud financiera.
(5)
un análisis de los acuerdos fuera de balance, es decir provisiones, deudas contingentes
y transacciones con partes vinculadas;
(6)
la determinación efectiva sobre que el contratista está pagando las nóminas, efectualdo los ingresos a
cuenta de impuestos sobre la renta y sociedades, seguros sociales y
liquidaciones de IVA, a tiempo;
(7)
una revisión de los indicadores específicos de riesgo de fraude;
(8)
un seguimiento de otros indicadores que plantean interrogantes sobre la
capacidad financiera del contratista, y,
(9)
en su caso, un análisis de la gestión del efectivo de la filial por la empresa
matriz.
Dado
que el análisis a través de ratios y tendencias se usan como una de las muchas
herramientas de evaluación del riesgo, el auditor puede utilizar la información
de los estados financieros de la auditoría externa sin tener que probar la
realidad del trabajo ya realizado por los auditores de cuentas. Los estados
financieros que deben conseguir son los relativos a los tres últimos ejercicios
que hayan sido cerrados y auditados, así como la información del año corriente,
hasta el último mes cerrado, el presupuesto y el avance del cierre del
ejercicio. Sin embargo, si los datos del año en curso representan un período de
menos de seis meses, puede no ser representativa como base para evaluar la
situación financiera actual de contratista, por esta razón se necesita el
presupuesto y una tendencia que prevea, razonablemente, el cierre del año. Si
existen razones de peso para cuestionar los estados financieros, o si éstos no
han sido auditados por auditores externos, el auditor de contratos deberá realizar procedimientos
limitados para verificar la información financiera antes de calcular los
ratios, el flujo de caja o el análisis de las tendencias. Estos procedimientos
podrían incluir, por ejemplo, la comparación de cifras de masas patrimoniales
tales como los activos totales, pasivos totales, y las ventas de la cuenta de
resultados con las declaraciones del impuesto de sociedades y/o el IVA.
No
obstante lo anterior, si se determina que debe llevarse a cabo un análisis en profundidad de la
capacidad financiera, es porque el auditor de contratos considera que el riesgo financiero es algo. En cualquier caso, si los estados financieros del contratista no han sido auditados, la calificación del riesto por parte del auditor debe ser máxima (riesgo alto) y su dictamen acerca de la capacidad financiera del contratista debe ser calificado con salvedades.
La evaluación del riesgo, además de por la ausencia (o no) de cuentas sin auditoría externa, se realiza por lo siguiente:
La evaluación del riesgo, además de por la ausencia (o no) de cuentas sin auditoría externa, se realiza por lo siguiente:
Análisis de tendencias de ratios y otros factores
(1)
Los estados financieros del contratista proporcionan una primera aproximación a
sus circunstancias o condiciones financieras. El análisis a través de ratios
proporciona una medida del deterioro o del éxito de un negocio desde la óptica
de sus relaciones clave. En aquellos contratitas donde la mayoría de estas
relaciones están experimentando una tendencia negativa o desfavorable, el
auditor de contratos realizará normalmente un análisis en profundidad de la
capacidad financiera. El análisis de los ratios financieros es un factor
importante en la evaluación de la situación financiera de un contratista, sin
embargo, deben ser utilizados con cuidado. Deben evitarse reglas generales
respecto a los porcentajes aceptables. Por ello, el análisis del flujo de caja
libre, pasado y previsto, ofrece realmente la creación de valor, o su
destrucción, en la empresa. Si es positivo, la empresa crea valor en el tiempo
y goza de buena salud financiera, significa que puede devolver sus deudas y
retribuir a sus propietarios y accionistas, con lo que tendrá acceso a las
fuentes de financiación. Sin embargo, si es negativo, tendrá problemas para
refinanciar sus deudas y los accionistas y propietarios estarán poco
incentivados para apoyar con más cantidad de su dinero a la empresa, y si lo
hicieran lo harían solicitando una rentabilidad más elevada.
(2)
Si se solicita el análisis de la capacidad financiera de una filial, y la
empresa matriz barre el efectivo de la subsidiaria, el auditor debe considerar
omitir el análisis de los ratios financieros clave, y solo realizar el análisis
del flujo de caja libre y compararlo con las cantidades de efectivo barridas
por la matriz; y verificará si ésta aporta los fondos necesarios a la filial cuando lo
necesite para pagar a sus acreedores.
(3)
La evaluación de otros elementos de los estados financieros puede proporcionar
información adicional sobre tendencias económicas negativas y otras condiciones
que pueden indicar dificultades financieras. Los estados financieros que se
deben obtener para el análisis son, por lo menos, de los últimos tres años. Y
los datos relevantes de esos estados que serán analizados y las tendencias serán
desarrollados para las siguientes áreas:
• Beneficio/Pérdidas
• Flujo de caja generado por las operaciones
• Flujo de caja libre operativo (FCL) ó Free Cash Flow de operaciones de
inversión
• Flujo de caja libre para los propietarios
y socios ó Free Cash Flow de
actividades de financiación
• FCL operativo sobre las ventas
• Ventas
• Fondo de maniobra o Working capital
• Endeudamiento a largo plazo
• Patrimonio neto
(4)
El auditor de contratos debe estar alerta a cualquier pérdida derivada de las
operaciones, como se evidencia por las pérdidas netas recurrentes, el flujo de
caja de las operaciones negativo, deterioro de las ventas o aumentos
significativos de los pasivos, lo que puede afectar a la capacidad del
contratista para afrontar sus costes en el curso ordinario del negocio. El análisis
de las tendencias de capital circulante (fondo de maniobra) da a conocer la
capacidad del contratista para liquidar pasivos corrientes con activos
corrientes, que de no ser así pueden indicar problemas de liquidez. Además, los
contratistas con poco o nada de patrimonio neto, junto con las pérdidas de
gestión corriente, hacen que sea difícil atraer inversión de capital de los
accionistas o crédito de los bancos, y estas circunstancias pueden arrojar un
riesgo significativo de incumplimiento de los contratos.
(5)
Determinar si hay preocupación latente, de los administradores y directivos,
respecto a los estados financieros más recientes. Este es un indicador de alto
riesgo que requiere un análisis más detallado y generalmente requiere la
realización de un análisis en profundidad de la capacidad financiera.
Controles internos
El
auditor debe considerar la adecuada estructura de control interno
del contratista correspondiente a la planificación financiera y al seguimiento, así como a su
plan de gestión de la tesorería. Una estructura de control interno del
contratista debe proporcionar, al menos, lo siguiente:
• Políticas y procedimientos escritos que
exijan la evaluación de las actuales condiciones financieras con el fin de
anticipar y evitar situaciones adversas.
• Preparación de presupuestos de tesorería,
que incluyan hipótesis razonables y que se encuentren convenientemente soportadas,
porque como se dice vulgarmente «el papel lo aguanta todo».
• Seguimiento, análisis y gestión de sus
flujos de caja.
• Evaluaciones periódicas de las cuentas a
pagar (acreedores comerciales) y cuentas a cobrar (clientes y otros deudores),
incluyendo el vencimiento de las cuentas a pagar y la antigüedad de los
clientes y deudores.
• Evaluaciones periódicas para asegurar el
cumplimiento con los préstamos y los calendarios de vencimientos y pagos.
• Evaluación periódica de los costes de
ejecución del contrato.
Puntualidad en el pago de las retenciones de
impuestos y seguros sociales en nóminas
El
auditor debe determinar que el contratista está pagando las retenciones de
impuestos sobre la renta (mod. 110 y mod. 115), de los salarios de trabajadores y
profesionales, a tiempo y los pagos a cuenta del impuesto de sociedades (mod. 200),
en las declaraciones trimestrales, y las retenciones de seguros sociales (TC1 Y
TC2) mensualmente, y realizará un rastreo de dichos pagos en la contabilidad
del contratista y con los documentos de ingreso y las transferencias bancarias,
o recibos de las cajas de recaudación tributaria y de la Seguridad Social. Si
el contratista utiliza una empresa de «outsorcing»
o «asesoría» para procesar la nómina y la gestión de impuestos y seguros
sociales, el auditor de contratos debe obtener copias de las declaraciones de
los dos últimos trimestres y verificar el pago. Si el contratista tiene alguna
deuda con la Hacienda Pública o la Seguridad Social, determinará si existen
acuerdos de aplazamiento de dichos pagos y comprobará que el contratista es
puntual en los pagos aplazados. La falta de pago de los anteriores es un
indicador de alto riesgo de posibles dificultades financieras.
Análisis de la gestión de efectivo de la filial
por la empresa dominante
El
auditor debe realizar un análisis de la gestión de la tesorería de la filial desde
la empresa matriz. La naturaleza y el propósito de la mayoría de los planes de
gestión de tesorería son el de centralizar el efectivo y deuda de la matriz y sus
filiales. Con base en la revisión del citado plan, el auditor puede confirmar
lo dispuesto en el mismo en cuanto a la administración de la tesorería que se realiza
la empresa dominante y de las garantías de cumplimiento de los requisitos
financieros a corto plazo de la subsidiaria que tiene un contrato adjudicado por la Administración. Por lo general, una empresa matriz que barre efectivo
mantiene una estrecha vigilancia de la filial que requiere constantemente
efectivo para cubrir sus gastos de funcionamiento. Por lo tanto, el riesgo de
una filial de no cumplir con sus necesidades de efectivo a corto plazo y,
consecuentemente, incumplir el contrato, se reduce significativamente porque cuando la matriz, que se encuentra en una posición de caja positiva,
tiene acceso a las líneas de crédito necesarias para complementar las reservas
de caja de las empresas subsidiarias y apoya constantemente las necesidades de
efectivo de sus filiales. El análisis del auditor del plan de gestión de
tesorería debe incluir lo siguiente:
(1)
Cuando el matriz es responsable del desempeño de sus subsidiarias o filiales
(por ejemplo, la matriz firma el contrato o garantías (avala) la ejecución del
contrato), el análisis del auditor en la principal, acerca del plan de gestión
de efectivo, debe limitarse a una evaluación de los procesos del contratista,
controles, procedimientos y los mecanismos de presentación de informes de gestión
para asegurar que se están cumpliendo las necesidades de efectivo de cualquier
sociedad filial que tenga adjudicado un contrato de la Administración.
(2)
Cuando la sociedad dominante no se hace responsable del cumplimiento de sus
filiales o subsidiarias, el auditor revisará en la la empresa matriz lo
siguiente:
• Las acciones adoptadas para respaldar las
necesidades financieras de efectivo de la subsidiaria,
• La frecuencia con la que recibe la filial
las necesidades de tesorería de la matriz,
• La magnitud de los fondos utilizados por
la filial, y
• Cómo se contabilizan los fondos en la
filial, (por ejemplo, en forma de préstamos entre empresas).
Si
una subsidiaria está utilizando más fondos de lo que está generando y el plan
de gestión de la tesorería de la dominante no aborda adecuadamente las acciones
necesarias para apoyar las necesidades financieras a corto plazo de la filial
(es decir, no proporciona una garantía corporativa), el auditor deberá considerar
la calificación del grado de riesgo financiero en la filial e informará de ello
al órgano de contratación para que adopte las medidas que estime convenientes, y su dictamen estará calificado con salvedades.
Análisis adicional de los datos de la dominante
En
los casos en que se esté efectuando una evaluación de riesgos en la empresa
subsidiaria, el auditor hará lo siguiente:
(1)
Si la matriz es una empresa que cotiza en Bolsa, el auditor debe confiar en los
datos financieros publicados por el contratista, pues dicho grupo se encuentra
bajo la vigilancia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y, en
principio, no deben existir indicios de dificultades financieras de la empresa
matriz que pueda afectar la filial en detrimento de los contratos adjudicados.
El auditor debe realizar un análisis limitado de los estados financieros de la
matriz y de identificar lo siguiente:
• el informe de auditoría y cuentas anuales
consolidadas,
• otros comentarios / notas que figuran en
los estados financieros publicados y
• cualquier comentario realizado por los
auditores de cuentas.
Si
el análisis de los estados financieros de la matriz publicados revelan que hay
indicadores importantes de dificultades financieras, se debe considerar una
abstención de opinión sobre la capacidad financiera de la filial.
(2)
Si la empresa dominante no cotiza en Bolsa, el auditor de contratos de la
subsidiaria, normalmente, no debería perseguir el acceso a los registros
financieros de la empresa matriz, a menos que: (i) el total del valor de
adjudicación en la subsidiaria sea superior a 10.000.000 €; (ii) la matiz barre
el efectivo y no garantiza el desempeño de la subsidiaria; y (iii) el auditor
tiene indicadores de posibles problemas financieros de la dominante. A menos
que existan dos d estos tres elementos clave al mismo tiempo, los auditores sólo
realizarán una evaluación de los riesgos financieros en la filial. Cuando el
acceso a la sociedad matriz sea necesario, pero no se obtiene, entonces el dictamen
del informe de de análisis financiero de la filial debe contener salvedades por
la falta de acceso.
Otros indicadores que plantean dudas sobre dificultades
financieras
(1)
Cualquier consideración o presentación de situación preconcursal de un
contratista requiere un análisis financiero en profundidad. El auditor puede
enterarse que el contratista está a punto de presentar una solicitud
voluntaria de declaración de concurso de acreedores o está comenzando a
negociar acuerdos de refinanciación con los bancos y otros acreedores. Todo esto genera una
notable incertidumbre en cuanto a las operaciones futuras de la empresa y la
capacidad del contratista para llevar a cabo la ejecución de los contratos.
(2)
Hay muchas fuentes de información que pueden dar una idea de las circunstancias
o condiciones que puedan afectar significativamente a la capacidad de un
contratista para realizar los contratos. En ocasiones, aparecen noticias de la
empresa en la prensa que hacen sospechar la existencia de dificultades
financieras. En estos casos, el auditor de contratos debe revisar las notas de
los estados financieros y los informes de auditoría de cuentas y analizar esta
información con cualquier artículo o comentario inusuales que hayan aparecido.
También debe determinar si existe una preocupación en los gestores y
administradores por los comentarios que van surgiendo o los que ya existen sobre
los estados financieros auditados más recientes. Si es así, esto debe ser
tenido en cuenta en el informe de análisis financiero en profundidad. El
auditor deberá discutir con el contratista las condiciones financieras
desfavorables o adversas incluidas en los estados financieros para obtener una
comprensión completa de los temas. El auditor de contratos deberá entonces
determinar el impacto sobre la capacidad financiera del contratista. Además,
deberá informar al órgano de contratación para revisar las consecuencias sobre
la auditoría relacionada (por ejemplo de costes incurridos) que se esté llevando a cabo, identificando los eventos
o condiciones que causan el estrés financiero y sus consecuencias en los costes
de ejecución del contrato. Eventos o condiciones importantes podrían ser:
•
Los impagos de préstamo / línea de contratos de crédito, con la consiguiente
pérdida de confianza en los acreedores y pago de intereses de mora,
•
La negación del crédito comercial habitual de los proveedores
•
La reestructuración de la deuda que el contratista. Se le aplica una tasa de
interés más alta, por encima de la tasa de interés cobrada normalmente por la
institución de crédito. El aumento de la tasa cobrada por encima de la tasa de
interés normal podría ser atribuible a que el banco percibe que el contratista
tiene dificultades financieras y mayor riesgo.
•
Incumplimiento de préstamo / línea de crédito
•
Pérdida de cuota de mercado del contratista
•
Procesos judiciales / reclamaciones pendientes
•
Pérdida de clientes / proveedor principal
•
Eventos catastróficos sin seguro o con seguro insuficiente
•
Huelgas o conflictos laborales
•
Impuestos sin pagar, impago de alquilere de locales y otros pasivos
•
Los pasivos contingentes, o dicho de otra manera la mayor exigencia por el
banco de garantías que aseguren los créditos o préstamos concedidos al
contratista
•
El deterioro de las calificaciones de bonos o empréstitos emitidos por el
contratista
•
La cantidad significativa del valor de las cuentas por cobrar
•
Presunta irregularidad en los resultados de la auditoría de costes incurridos o
que incluyan un volumen elevado de costes cuestionados o que estén sin resolver
•
Resolución de contratos por incumplimiento
•
Aplazamiento de los pagos a proveedores
•
La falta de aportaciones a los planes de pensiones
•
Préstamos de los empleados que se consideren excesivos o la emisión de vales a
los empleados, o pago mediante acciones de la compañía, en lugar de pago del
salario. Salarios excesivos a los directivos de la empresa.
•
Impacto medio ambiental sin resolver y pendiente de sanciones administrativas
•
Importantes deudas pendientes de pago de contratistas
•
Pagos parciales inusuales u otras cuestiones de facturación
•
Mala condición física de los centros de trabajo, deterioro de instalaciones por
falta de mantenimiento
•
Sanciones pendientes de pago y embargos administrativos
(3)
La calificación crediticia que hacen los bancos de las empresas pueden indicar,
de hecho indican, tendencias de problemas para la empresa en la obtención de
dinero en efectivo en las operaciones normales de crédito.
(4)
El auditor deberá discutir con el contratista sus planes para celebrar
contratos de arrendamiento financiero significativos, realizar inversiones de
capital importantes, liquidar activos, pedir prestado dinero en efectivo o
reestructurar la deuda existente, reducir o retrasar gastos programados o
realizar aumentos de capital social. El auditor debe verificar la exactitud y
precisión de los datos de apoyo del plan financiero y que éstos son adecuados,
incluida la previsión de flujo de caja. El auditor debe también identificar y
analizar cualquier paquete de primas salariales inusuales o préstamos a los
directivos y empleados de la compañía y que se agotan sus recursos financieros.
El
auditor de contratos debe realizar todos los procedimientos de evaluación del
riesgo financiero que sean aplicables para determinar si se requiere un
análisis en profundidad de la capacidad financiera.
El
método eficaz para determinar la capacidad financiera de un contratista es
mediante el análisis de los flujos de caja libres. Principalmente el previsto para el corto plazo, cuando se ejecutará la prestación del contrato.