Las pruebas de auditoría
son los procedimientos que se aplican por el auditor para la obtención de
evidencia y los criterios básicos para cumplir con las normas de auditoría en
el ámbito de la auditoría de contratos. Las pruebas de auditoría varían en gran
medida según su propósito, el tipo de transacción que se examina, y el momento
en el que se realizan.
En auditoría de costes y
precios de contratos, el alcance de los trabajos de auditoría, en la
realización de cada prueba, debe ser ajustado en función de los factores de
riesgo y de la materialidad e importancia relativa del hecho o partida que se analiza,
en relación con el conjunto de la información.
Entre las consideraciones
a tener en cuenta se encuentran:
(1) Importe de costes
cuestionados,
(2) los resultados de
auditorías anteriores y
(3) la adecuación de los
controles internos del contratista.
Con la aplicación de
pruebas de auditoría se pretende obtener una evidencia que debe ser suficiente,
pertinente y válida [1]
En auditoría de costes y
precios de contratos, las múltiples pruebas de auditoría que se puenden realizar se agrupan en dos tipos principales:
(1) Cumplimiento. Las
pruebas de cumplimiento tratan de obtener evidencia de que los sistemas y
procedimientos están siendo aplicados en la forma establecida y de acuerdo con
la normativa aplicable.
Estos procedimientos
incluyen la obtención de evidencia acerca de:
i)
Que los procedimientos y sistemas de gestión del contratista, incluyendo el
control interno, existen.
ii)
Que están funcionando con eficacia.
iii)
Que han estado funcionando durante todo el período que se examina en la auditoría.
(2) Sustantivas. Las
pruebas sustantivas tienen como objeto obtener evidencias relacionadas con la
integridad, exactitud y validez de la información auditada.
Dentro de los dos tipos de procedimientos descritos, a su vez se distinguen hasta cuatro clases diferentes de pruebas de
auditoría que se pueden practicar: “Actualizaciones del Archivo Permanente”, “Conciliaciones”, “Test de
Transacciones y pruebas analíticas” y “Propósitos Especiales”.
(1) Las actualizaciones de
la información contenida en los “archivos permanentes” de las auditorias que se
realizan a los contratistas, se desarrollan sobre la base de un criterio de
continuidad y no están necesariamente asociadas con un ejercicio contable en
particular o exclusivamente con una auditoría, por ejemplo, de costes
incurridos. Mantener una información actualizada sobre la estructura
organizativa, sistemas de control interno, procesos de producción, etc. redunda
en evitar duplicidades en los trabajos y delimitar con criterios fiables el
alcance de las pruebas de auditoria.
(2) Por el contrario, las
“Conciliaciones” son pruebas específicas sobre información suministrada por el
contratista y que constituyen un paso preliminar, por ejemplo, en la auditoría
de costes incurridos; y permiten verificar la integridad y exactitud de los
datos de costes que constituyen la base de auditoría sometida por el
contratista a examen de auditor.
(3) Los “Test de
Transacciones y Pruebas analíticas” son siempre históricos, se refieren a
operaciones realizadas por el contratista, a su soporte documental y su adecuado
registro contable. Sin embargo, no es necesario que estas pruebas se aplacen
hasta que el año contable haya terminado, ni están referidas exclusivamente a
operaciones del último ejercicio ya finalizado, o al ejercicio corriente.
Las “pruebas analíticas”
consisten en la realización de cálculos, estimaciones, comparaciones, estudios
de índices y tendencias, investigación de desviaciones y transacciones no
habituales, y sobre su base el auditor podrá obtener evidencias analíticas en
las que soportar su opinión de auditoría.
(4) Los “Propósito
Especiales” son pruebas de auditoría que tienen siempre implicaciones simultáneas
o concurrentes con otras pruebas. Por ejemplo, la determinación de la composición,
aunque no el valor final, de las bases de imputación de costes indirectos, que
son establecidas con antelación al comienzo el ejercicio contable, concurren
con pruebas del archivo permanente, por ejemplo; o las pruebas de procesos y
operaciones que tratan de obtener información sobre la funcionalidad de los
procesos y operaciones para analizar su idoneidad y los “inputs” y “outpts” que
generan, todo ello referido a los principios generalmente aceptados en el marco
de la gestión empresarial y a la normativa legal aplicable al contrato,
concurren con Tests de Transacciones.
[1] Las definiciones sobre evidencia suficiente,
pertinente y válida pueden encontrarse en las Normas de Auditoría de Sector
Público, aprobadas por la Resolución
365/1998, de 1 de septiembre, del Interventor General de la Administración del
Estado (BOE nº234 de 30-09-1998)
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